Porque la patria te necesita, no la abandones.
¿Se acuerdan cuando los chavalos huían en el cerro, aguantaban frío, hambre y extrañaba estar con su familia o pedían descansar si quiera unas horas?, ¿se acuerdan cuando despertábamos con el sonido de las balas y las turbas en el pueblo?, ¿se acuerdan cuando se llevaron presos y golpeados a nuestros hermanos de lucha?, ¿se acuerdan cuando murieron cientos de personas en las marchas? ¿se acuerdan de aquel 30 de mayo donde varias madres sintieron el dolor de perder un hijo? (Y si fuera el tuyo?).
¿Se acuerdan cuando llegaba a comprar a tu negocio el mártir que hoy no está?
Si quieres seguir así abrí las puertas a ese futuro oscuro para tu patria, pero nosotros los que queremos cambio, los que queremos respeto a los derechos humanos, los que queremos democracia y justicia, nosotros los que amamos más a Nicaragua que al dinero vamos a cerrar las puertas a ese futuro de terror de estado que receta Ortega y su mujer. Al final no nos quedaremos con el remordimiento de no luchar por tener una patria azul y blanco, la patria que todos queremos.
Cuando cuentes esta historia a tus hijos y te pregunte que hiciste por Nicaragua, que le vas a responder?
Comentarios
Publicar un comentario