Ometepe, basta de indiferencia.
¿Porqué la indiferencia mata?
Primero debemos comenzar por definir la palabra indiferencia: que se puede definir como un estado de ánimo en que no se siente inclinación ni repugnancia a un objeto o negocio determinado.
Partiendo del significado de lo que es indiferencia, podemos decir que, la apatía que sienten los habitantes de la Isla de Ometepe hacia los acontecimientos del país y hacia los hermanos ometepinos encarcelados, queda de manifiesto al no sumarse a las actividades convocadas y al seguir comprando en los negocios afines al régimen, también le sumamos la poca solidaridad con aquellos que les han arrebatado su libertad y que hoy viven en un régimen de convivencia familiar, lo que nos les permite conseguir un trabajo digno para llevar el sustento a su familia.
La población de la Isla, se ha mostrado indiferente al llamado de un paro, al llamado de la ayuda de los excarcelados políticos y sobre todo al boicot de los negocios sapos, y esta indiferencia mata, mata a más hermanos, secuestra a más nicaragüenses, exilia a más familias y por supuesto, le brinda oxígeno al régimen para que siga pagando a los paramiltares y a la policía orteguista para que continúen reprimiendo y asediando a la población.
Muchos dicen que es por temor, pero les pregunto: ¿temor a que? ¿A vivir bajo el yugo de un dictador, a vivir con la bota puesta en el cuello por el verdugo? Me niego a vivir bajo el caudillismo, me niego a creer que la población ometepina no sea valiente y no sea capaz de luchar por su país, me niego a creer que el sufrimiento, el dolor, la muerte y el asedio sean de tan poco valor para el pueblo de Ometepe.
Sin embargo, los jóvenes nos siguen dando una lección de valor, fuerza, empatía y amor a Nicaragua, pues fue con la insurrección de los jóvenes de Abril 2018 que Nicaragua despertó, y con el mismo ímpetu de estos jóvenes, un grupo de estudiantes del municipio de Altgracia se atrevieron a desafiar a las “autoridades municipales” y a la policía orteguista al salir a las calles a entonar el Himno Nacional y portar con orgullo la bandera del país. Por estos mismos jóvenes que mostraron empatía, debemos alzar la voz, por estos jóvenes se debe de buscar una verdadera democracia y un verdadero estado de derecho.
Estos jóvenes nos han dado una gran lección, ¿Por qué no seguir el ejemplo ellos? ¿por qué el resto de la población no puede unirse al dolor de las familias que le han quitado todo? ¿Porque es tan difícil unirse a la campaña de no comprar en negocios plenamente identificados como afines al régimen? Les contestaré según mi propia perspectiva, simplemente por ser indiferentes, porque como no es a nuestras familias las que han dañado y a las que han encarcelado, no nos importa el sufrimiento ajeno, pero, ¿dónde queda la caridad cristiana que tanto pregonamos y del amor a Nicaragua que tanto nos jactamos tener y más el orgullo de decir que somos de la Isla de Ometepe, una de las Maravillas del Mundo?
Esta apatía debe acabar, debemos ser consciente de lo que el resto del país vive y de lo que este régimen es capaz de hacer para mantenerse en el poder.
Por tal razón, concluyo, con un llamado a la población para que pierdan el miedo, para que se sumen a las denuncias de los atropellos cometidos por las autoridades municipales, basta ya de comprar en los negocios que sabemos albergaron, alimentaron y financiaron a la policía en la época de las redadas en Ometepe.
Basta ya de indiferencia para el resto de nicaragüenses, ¡ Es hora de unirnos como un solo músculo, como una sola Nicaragua que grita por ser amada, valorada y Libre!!!!
VIVA NICARAGUA
Elaborado por HA
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